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NO (1) NO (5)


Detalle del producto

Etiquetas de producto

Altura

158cm

Material

100% TPE con esqueleto

Altura(Sin cabeza)

145cm

Cintura

52cm

Parte superior del pecho

90cm

Caderas

85cm

Pecho inferior

54cm

Hombro

35cm

Brazo

64/58cm

Pierna

88/78cm

profundidad vaginal

18cm

profundidad anal

15cm

profundidad oral

12cm

Mano

16cm

Peso neto

35kg

Pies

21cm

Peso bruto

42kg

Tamaño del cartón

143*40*30cm

AAplicaciones: Popular utilizado en medicina/modelo/educación sexual/tienda de adultos

NO (8) NO (5) NO (4) NO (3) NO (2) NO (1)6 1 2 3 4 5

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Goof: la esencia de la inocencia y la risa

En un mundo lleno de caos y estrés, el concepto de hacer el tonto puede parecer trivial o incluso infantil. Sin embargo, el acto de hacer el tonto tiene un significado profundo que a menudo se pasa por alto. Hacer tonterías no es simplemente una expresión de tontería; es una encarnación de la inocencia y la risa que puede traer alegría tanto a los individuos como a las comunidades.

En esencia, hacer tonterías representa un regreso a nuestra naturaleza infantil. A medida que envejecemos, las expectativas sociales a menudo nos obligan a ajustarnos a ciertas normas y reprimir nuestros instintos lúdicos. Sin embargo, cuando nos permitimos soltarnos y aceptar la tontería, accedemos a una fuente de inocencia que yace latente dentro de nosotros. En este estado, estamos libres de juicios y timidez, lo que nos permite experimentar la vida con alegría sin filtros.

Además, hacer tonterías tiene el poder de crear vínculos entre las personas. Cuando participamos juntos en travesuras lúdicas, ya sea a través de bailes espontáneos o bromas improvisadas, forjamos conexiones basadas en la risa compartida. Estos momentos fomentan un sentido de camaradería y unidad entre personas que de otro modo serían extraños.

Además, el acto de hacer el tonto sirve como recordatorio de que no siempre se debe tomar la vida en serio. Nos anima a encontrar el humor en situaciones cotidianas y abordar los desafíos con alegría. Al aceptar nuestro tonto interior, cultivamos la resiliencia y desarrollamos la capacidad de afrontar las dificultades con gracia.

En conclusión, si bien algunos pueden descartar las tonterías como mera frivolidad o inmadurez, su verdadera esencia radica en su capacidad de evocar inocencia y risa dentro de todos nosotros. Al abrazar a nuestro niño interior a través de actos de alegría y humor, podemos redescubrir la alegría que reside dentro de nosotros y compartirla con los demás. Así que nunca subestimemos el poder de una buena pifia, porque tiene el potencial de transformar vidas con una risa a la vez.


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