158 cm enormes pechos grandes y tetonas nuevos juguetes sexuales muñeca negra muñecas sexuales de plástico usadas
Altura | 158cm | Material | 100% TPE con esqueleto |
Altura(Sin cabeza) | 145cm | Cintura | 52cm |
Parte superior del pecho | 90cm | Caderas | 85cm |
Pecho inferior | 54cm | Hombro | 35cm |
Brazo | 64/58cm | Pierna | 88/78cm |
profundidad vaginal | 18cm | profundidad anal | 15cm |
profundidad oral | 12cm | Mano | 16cm |
Peso neto | 35kg | Pies | 21cm |
Peso bruto | 42kg | Tamaño del cartón | 143*40*30cm |
AAplicaciones: Popular utilizado en medicina/modelo/educación sexual/tienda de adultos |
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Goof: la esencia de la inocencia y la risa
En un mundo lleno de caos y estrés, el concepto de hacer el tonto puede parecer trivial o incluso infantil. Sin embargo, el acto de hacer el tonto tiene un significado profundo que a menudo se pasa por alto. Hacer tonterías no es simplemente una expresión de tontería; es una encarnación de la inocencia y la risa que puede traer alegría tanto a los individuos como a las comunidades.
En esencia, hacer tonterías representa un regreso a nuestra naturaleza infantil. A medida que envejecemos, las expectativas sociales a menudo nos obligan a ajustarnos a ciertas normas y reprimir nuestros instintos lúdicos. Sin embargo, cuando nos permitimos soltarnos y aceptar la tontería, accedemos a una fuente de inocencia que yace latente dentro de nosotros. En este estado, estamos libres de juicios y timidez, lo que nos permite experimentar la vida con alegría sin filtros.
Además, hacer tonterías tiene el poder de crear vínculos entre las personas. Cuando participamos juntos en travesuras lúdicas, ya sea a través de bailes espontáneos o bromas improvisadas, forjamos conexiones basadas en la risa compartida. Estos momentos fomentan un sentido de camaradería y unidad entre personas que de otro modo serían extraños.
Además, el acto de hacer el tonto sirve como recordatorio de que no siempre se debe tomar la vida en serio. Nos anima a encontrar el humor en situaciones cotidianas y abordar los desafíos con alegría. Al aceptar nuestro tonto interior, cultivamos la resiliencia y desarrollamos la capacidad de afrontar las dificultades con gracia.
En conclusión, si bien algunos pueden descartar las tonterías como mera frivolidad o inmadurez, su verdadera esencia radica en su capacidad de evocar inocencia y risa dentro de todos nosotros. Al abrazar a nuestro niño interior a través de actos de alegría y humor, podemos redescubrir la alegría que reside dentro de nosotros y compartirla con los demás. Así que nunca subestimemos el poder de una buena pifia, porque tiene el potencial de transformar vidas con una risa a la vez.